Capítulo 269
Capítulo 269
Capitulo 0269 Pero Osiel parecia no escuchar.
Sofia cruz6 los brazos sobre su pecho, cada vez mas complacido: — Algunas personas son simplemente despreciables. Nadie les pidid venir, pero atin asi se arrastran implorando, como un molesto emplasto que no se puede sacudir. Ya que les gusta tanto servir a los demas, que sirvan bien, eso es todo lo que valen.Original from NôvelDrama.Org.
Estas palabras, incluso para Cira, que era simplemente un espectador, sonaban extremadamente desagradables.
Sofia parpadeo: -Oh, sefiorita Flores, no te equivoques, no hablo de ti. Pero, gpodrias abrir el paraguas? Me estoy quemando con el sol.
Lidia tenia maquillaje, asi que su verdadera expresion era indescifrable, solo sus labios estaban firmemente apretados.
Cira sentia que no era tanto por la humillacién de Sofia que Lidia estaba alterada, sino mas bien porque Osiel, a pesar de haber escuchado todo, permanecia indiferente.
No pudo evitar mirar a Morgan. Después de todo, Lidia habia estado con él un tiempo, y ahora que estaba siendo humillada de esta
manera, gcual era su reaccién? Morgan fruncié el cefio. Pero su molestia era debido a Cira: ; Tu pechera esta al revés?
Cira se sorprendio y miré hacia abajo, parecia que si... La pechera era de un solo hombro, solo para proteger el coraz6n, y debia llevarse en el hombro izquierdo, pero ella la llevaba en el derecho.
-4 Tu corazon esta en el lado derecho? -preguntd Morgan sacudiendo la cabeza, y se acercé como para ayudarla, pero Cira
retrocedié inmediatamente:
jPuedo hacerlo yo sola! Era un lugar demasiado sensible.
Rapidamente desabrocho el velcro y se lo puso de nuevo, mientras Morgan observaba el contorno que la pechera marcaba en su cuerpo, entrecerrando los ojos.
Cira se ocupaba de su protector, mientras Lidia ya habia abierto el paraguas, ajustando su expresion a una mas natural, y se colocé detras de Sofia sin resistirse.
Cira se sentia ligeramente incémoda, pensando que todos esos hombres eran iguales, cansados, independientemente de lo intimos. que hubieran sido con una mujer anteriormente, podian tratarlas como extrafias al siguiente momento.
Morgan pregunto: -¢ Qué tipo de arco vas a elegir?
Habia arcos tradicionales y compuestos. Ambos se parecian a los arcos que se suelen ver en peliculas y series, la diferencia era que el primero solo tenia el cuerpo y la cuerda del arco, mientras que el segundo también tenia un reposaflechas.
El reposaflechas era donde se apoyaba la flecha, sin él, solo podian sostener la flecha con los dedos.
El arco tradicional era simple, pero el mas dificil de manejar, y el me desafiante. Tanto Morgan como Osiel eligieron arcos tradicionale sin previo acuerdo.
Cira habia practicado con ambos y se defendia bien, pero eligid e arco compuesto, que era mas facil de manejar, aunque requeria mas fuerza.
Los cuatro se alinearon, preparando sus flechas y tensando sus arcos, apuntando a un objetivo lejano. Al sonido del silbato del ayudante, los cuatro soltaron sus flechas al
mismo tiempo.
jThud, thud, thud!
Tres sonidos sordos de impacto en el blanco, aparte de Sofia que falld, los otros tres no solo acertaron, sino que dieron en el centro exacto del blanco, el diez perfecto.
Osiel sonrid: -No me esperaba que la sefiorita Lopez fuera tan buena
arquera.
Morgan miré a Cira, no sin sorpresa: -Recuerdo que la primera vez que disparaste, ni siquiera sabias como apuntar, te ensefié durante mucho tiempo hasta que acertaste por poco en el borde, gcuando aprendiste tan bien?
Cira tom6 otra flecha, bajando la mirada dijo: -Cuando el sefior Vega
no lo sabia.
Una respuesta bastante obvia, por supuesto, fue cuando él no lo sabia, de lo contrario no habria hecho esa pregunta.
Pero también era una respuesta muy realista, habia aprendido hace mucho tiempo, y él no tenia ni idea, lo que mostraba cuanto la habia ignorado antes.
Morgan también se dio cuenta de lo que implicaba su respuesta, y miré fijamente.
Cira tens6 el arco. Todo movimiento, cuando se hace con la postur correcta, es extremadamente elegante y atractivo. Desde el hombr hasta el brazo, Cira mostraba lineas firmes y poderosas, sus ojos fijos en el blanco al frente, los parpados apretados.
jEn el siguiente segundo, solt6 la cuerda!
La flecha salié disparada como un rayo, y de nuevo, jthud!, dio justo en el centro del blanco, al lado de su primera flecha, con las plumas atin temblando.
Por un instante, Morgan sintid como si uno de sus nervios también
temblara.