Capítulo 200
Capítulo 200
Evrie se apresur6 a ver como estaba él.
Atn bajo el efecto de la anestesia, no habia despertado. Su espalda estaba cubierta por varias capas gruesas de gasa, de las cuales se filtraba sangre, creando una imagen impactante.
El coraz6n de Evrie se apreto nuevamente.
Por suerte, la cirugia habia sido un éxito y la bala habia sido extraida.
El médico dijo que despertaria en media hora.
Evrie entro a la habitacion junto con la camilla, estaba decidida a no dejar el lado de la cama de Farel ni un momento. Durante ese tiempo, Joan entré varias veces, trayéndole algo de comer y beber.
Evrie no tocé nada.
Se sent6 con cuidado en la silla junto a la cama, mirando fijamente el rostro de Farel.
En ese momento, su rostro estaba palido como el papel, sin un apice de color, sus largas pestafias colgaban ligeramente, y sus labios finos estaban suavemente cerrados, con un tinte de debilidad en su mirada.
El se veia tan diferente del hombre arrogante y dominante que jugaba con ella a su antojo. Evrie se son6 la nariz, y sus lagrimas volvieron a caer.
Empapando una gran parte de la sabana.
—No llores mas, atin no me he muerto—.
Una voz débil y ronca se hizo presente, Farel habia despertado.
Los ojos de Evrie se iluminaron y se acercé emocionada, su voz atin temblaba por el Ilanto. — Como estas? ¢Te duele algo? jVoy a llamar al médico! —
Se levanto para ir corriendo, pero Farel la detuvo.
—Siéntate, estoy bien—.
Evrie lo vio Iticido y su voz llevaba ese tono de autoridad que tanto habia extrafiado. Finalmente, se tranquilizo y lo obedeci sentandose en la silla.copy right hot novel pub
No se atrevia a desobedecerlo de nuevo.
Farel la observo, su mirada recorrid su rostro, su cuerpo, arriba y abajo, durante mucho, mucho tiempo, como si fuesen miles de afios.
Como si el tiempo mismo se hubiera detenido.
Hasta que finalmente hablo, con un tono de voz que tenia un dejo de triunfo.Content © copyrighted by NôvelDrama.Org.
—Evrie, me debes una vida. —
El corazon de Evrie se apretd, palpitando rapidamente.
Era una mezcla de tristeza y amargura.
En lugar de sentir la presion de una deuda, lo que sentia era compasi6n, un dolor profundo y constante. Levanto su mano y tom6 la de Farel con suavidad, su voz era baja y ronca.
—Lo sé, la deuda de vida que tengo contigo es algo que nunca olvidaré. —
Su mano era suave, fria, pero firme.
Tenia una determinacién que no estaba dispuesta a soltar.
Parecia que ella habia tomado la iniciativa.
Farel miré esa mano pequefia, suave y proactiva, y sus ojos se oscurecieron por unos segundos antes de hablar. —Tengo sed, traeme agua. —
Evrie se levant6 inmediatamente, su mano se deslizo fuera de la de él y obedientemente fue a servirle agua. Farel mantuvo su mirada fija en el hueco vacio de su mano.
Sentia un vacio en su corazon también.
Farel tenia que quedarse en observacion por dos dias debido a la herida de bala. Evrie se qued6 junto a la cama de Farel todo el dia, sin moverse.
Cuando él se quedo dormido, de repente se escucharon ruidos y alboroto en el pasillo. Evrie salié para ver qué sucedia.
En el pasillo, Linda ya se habia cambiado a ropa limpia, y empujaba a Joan, negandose a soltarla, insistiendo en regresar.
Al ver a Evrie, no le importé lo que habia hecho antes y agarré su brazo.
—Evrie, hablales, antes de que oscurezca, deberiamos volver, no quiero pasar ni un minuto mas en este lugar, quiero volver a casa. —
Evrie se solt6 friamente—Farel esta herido, todavia no podemos regresar. —
Su voz era tan fuerte que resonaba por todo el pasillo.
Evrie realmente no queria verla, cada vez que lo hacia, no podia controlar la ira en su interior. Se giré hacia Joan—Sefior Joan, g puede llevarla a la embajada? —
Linda estaba que no cabia de la emocion.
Rapidamente agarré la manga de Joan y le dijo: —jEntonces llama ahora mismo, que vengan por mi! Joan saco su celular y mientras marcaba le dijo a Linda: —Ven conmigo.
Linda, emocionada, siguié a Joan de un brinco.
—Espera un momento.
De repente, Evrie detuvo a Linda.
Linda se pard en seco y se volted a mirar a Evrie.
— Ahora qué quieres?
Evrie avanzo hacia Linda y, de pronto, le solt6 una bofetada que resoné fuerte.
—jPafl
El sonido retumb6 y se oy6 por todo el lugar, fue ttemendamente sonoro.