Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

Capítulo 1294



Capítulo 1294

Capítulo 1294

Danilo se atragantó con el humo al escuchar las palabras de Fernando. “¿Cómo puedo tener un hijo si

no tengo una mujer?”

Fernando puso una sonrisa superficial. “Tienes uno“.

Danilo se burló. “Conoces a mi familia. Eso es imposible“.

“Nada es imposible. La pregunta es si la amas“. Fernando conocía bien a Danilo. Danilo hundiría la

cara cada vez que ella se acercara a otro hombre.

No debería actuar asi si estaba pensando en su familia.

“No“, dijo Danilo.

Él no lo negó.

No estaba seguro de sus sentimientos hacia ella.

Dudaba si se preocupaba por ella porque ella se quedaba en casa de Barreda y lo desafiaba mucho.

No podía admitir algo de lo que no estaba seguro. Upstodatee from Novel(D)ra/m/a.O(r)g

“Tienes 30 años y deberías arriesgarte… Conoces su historia. Ella está acorralada por tu tío y también

sufre mucho. No debes ser malo con ella. No pierdas el tiempo y aprovecha el oportunidad. He

preparado un regalo para vuestra boda. Fernando dijo como si fuera la madre de Danilo.

Danilo se divirtió con las palabras de Fernando. Limpió la ceniza del cigarro y dijo: “Eres más

insistente que mi padre“.

Fernando se rió.

Después de charlar un rato, volvieron al tema de los negocios.

Una hora más tarde Fernando tuvo que salir por una emergencia.

Danilo no lo detuvo, ya que tendrían mucho tiempo para hablar cuando él regresara.

Fernando se levantó y se fue.

Cuando pasó junto a Judy, la saludó a propósito en nombre de Danilo. “Hola, señorita Hall“.

Judy sabía que Fernando era el presidente del Grupo Santander y se levantó nerviosa para saludarlo

respetuosamente, “Señor Santander, gusto en conocerlo“.

“Qué coincidencia encontrarte aquí. Por favor, perdona que nos vayamos“, respondió Fernando

suavemente.

Judy fue una mujer inteligente al darse cuenta de que había otro chico con Fernando.

Fernando había dicho “nuestro“.

Se preguntó si Danilo estaría aquí.

Teniendo eso en mente, miró alrededor del café.

Danilo fumaba no muy lejos junto a la ventana.

Judy sintió que su corazón se aceleraba por el miedo.

Luego volvió en sí y dijo: “Señor Santander, hasta la próxima“.

Fernando asinto y se iuc.

Brenda se sentó frente a Judy y dijo emocionada cuando Fernando se fue: “Judy, ¿quién es él? ¡Se ve

hermoso como una superestrella!“.

“Un presidente de un grupo. Está casado“. Judy se sentó ansiosamente.

No se atrevió a mirar a Danilo.

Le preocupaba que pudiera estar enojado.

Se suponía que no debía salir de la casa por su difunto esposo.

Los Barreda la regañarían cuando supieran esto.

Teniendo eso en cuenta, su buen humor se arruinó.

Bajó la cabeza y agarró la esquina de su vestido con nerviosismo.

Brenda no notó la diferencia de Judy y siguió hablando del encanto de Fernando.

Mason percibió el estado de ánimo de Judy y preguntó con preocupación: “Judy, ¿estás bien?”

“Bien. ¿Pero podemos irnos ahora? No me siento bien“, dijo Judy.

Brenda lo escuchó y le propuso: “Judy, inecesitas ir al hospital?“.

“No. Solo estoy mareado. Vámonos ahora“. Judy no se atrevía a quedarse aquí.

Tenía miedo de que Danilo la regañara de nuevo.

“Está bien. Vamos a llamarlo un día“. Mason la ayudó a levantarse.

Brenda los siguió.

Salieron del café uno por uno con sus cosas.

Danilo miró sus acciones y oscureció su rostro.

Extra


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