Chapter 540
Chapter 540
Capítulo540
Abrió la caja de comida y se quedó mirando sorprendida.
Adentro, había un exquisito desayuno de especialidades de Valencia, con excelente presentación,
lleno de color y sabor.
E inesperadamente, cada cosa era lo que ella comía a menudo en casa, ¡todo lo cual le gustaba!
Gruñe
Su estómago gruñó indiscutiblemente.
-He oido que fue Alejandro, quien envió a alguien en el coche a comprarlo a Valencia como a las
cinco o asi, y esta bandeja tiene un bocadillo, y los platos aún conserva su calor hasta ahora-
Aarón sacó un plato para ella, su tono bajo y plano como el de un robot.
Sabia que Alejandro estaba empezando a lanzar un ataque de persecución a Clara.
Aunque había amado a Clara, esto no le impidió enamorarse, pero ¡tenía miedo de que fuera
Alejandro otra vez!
-¿Estás loco? ¡Quién quiere que haga esto por mí!
Con duras palabras en la boca, su mano no pudo controlarla y cogió una taza de café y se lo tomó.
Aarón le miró a los ojos y sólo sonrió amargamente.
-Señorita ¿está bueno?
Una voz magnética llegó de repente, Clara se sobresaltó de repente, el café se le atragantó en la
garganta, ¡casi no respiraba!
-Cough cough cough……-Clara se cubrió el pecho y tosió dolorosamente, su pequeña cara
sofocada se enrojeció….
-¡Señorita! ¿Estás bien? -Aarón se sobresaltó, ocupado en extender la mano para acariciar su
espalda.
Alejandro se sobresaltó, al ver la mano del hombre tocando la espalda de Clara, ¡sólo sintió que un fuego se había encendido en la punta de su corazón, como un fuerte abanico retumbaba en su
corazón!
Aunque sabía que Clara y Aarón no tenían nada, seguía sintiendo como si su pecho estallara de ira.
Inesperadamente, Clara se levantó primero y camino hacia él, enfadada.
-¿Qué pasó anoche? ¿Por qué estaba en la cama? -Preguntó enfadada.
-Yo te llevé, el sofà era incómodo, para que durmieras bien toda la noche. Alejandro estaba muy cerca de ella, y entre sus suaves palabras, su aliento caliente roció su frente, llevando una brisa Content is © 2024 NôvelDrama.Org.
indescriptible.
-Quién te pidió que hicieras cosas extra! -Clara se encuentra con su mirada oscuramente cariñosa y aprieta los puños.
-Hacer cosas por ti nunca son cosas extra-La expresión de Alejandro era sincera, no veía ni
media frivolidad.
Especialmente cuando se emparejaba con estos ojos de flor que se burlaban del corazón, no había
muchas mujeres que pudieran resistirse a este encanto.
-Alejandro, no puedes moverme, aunque muevas cielo y tierra, no desgastes tu tiempo.
Clara hizo una mueca mientras evaluaba al hombre, viendo que llevaba un traje de alta costura de
color azul oscuro, atado con la corbata que ella le había regalado en el pasado, y el alfiler que ella
le había regalado en el cuello, sus pupilas se encogieron ligeramente.
-¿Vas a salir del hospital?
-Si-dijo directamente.
-No, no cumples los requisitos para salir.
-Entonces, ¿Puedes acompañarme hasta el día en que cumpla los requisitos? -Preguntó
Alejandro mientras sus finos labios se levantaban y lamían su gran y apuesto rostro.
-¡Estás pensando demasiado! -Los hermosos ojos de Clara brillaron.
¡Le estaba aguantando a este hombre demasiado!
-Entonces, no quiero en este encierro tampoco verte. Alejandro le miró con recelo, como una niña
rebelde.
Sin embargo, no le faltaba un profundo amor.
Clara nunca había visto a Alejandro revelar un lado tan infantil, y momentáneamente vaciló,
-¡Clara!
En ese momento, al otro lado de la puerta, aparecieron Diego y Arturo, galantes e imponentes.
-¡Diego, Arturo! -Clara ignoró a este hombre y corrió hacia sus hermanos.
Las cejas de Alejandro se arrugaron profundamente, y no pudo evitar enderezar el pecho, con el deseo de ganar, su corazón ardió inexplicablemente. Aunque esos dos hombres fueran los hermanos de Clara, no podia perder.