Capítulo 202
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Visando su cuenta de redes sociales, Florella no podia evitar sentirse disgustada con la frecuencia de sus propias publicaciones promocionales.
Quería que su agente contactara con las marcas asociadas a Beatriz, pero cuando escuchaban que se trataba de ella, perdian todo interés.
Después de varios rechazos, su agente comenzó a quejarse: “Sin los contactos adecuados, es imposible captar ese tipo de atención“.
“¿Y como lo hace Beatriz?”
El agente sabia que Beatriz tenía una excelente reputación y era muy cautelosa en sus acuerdos comerciales, algo que las marcas valoraban mucho. Pero, para no herir los sentimientos de Florella, simplemente dijo: “¿Quién sabe?”
Esto hizo que Fiorella se sintiera aún más frustrada, y pronto, sus pensamientos se dirigieron al esposo de Beatriz
Pensó con amargura que todos los logros de Beatriz debian ser gracias a su esposo, y si ella estuviera en su lugar, podria superarla.
Decidida, Fiorella se mordió el labio y resolvió: “De ahora en adelante, voy a enfocarme en proyectos de mayor calidad, Dejaré de lado las promociones innecesarias y me concentraré en la actuación“.
Luego, revisó el perfil de Beatriz en Instagram, donde habia publicado uma foto con un vestido de la película “Calamidad“, aparentemente tomada en su casa.
Entre los muchos elogios, Fiorella notó un comentario sobre el vestuario y las joyas, mencionando que estaban guardados en un museo privado y ya no se exhibian.
Curiosa, Fiorella buscó en linea y encontró muchas tiendas vendiendo réplicas del vestido y las joyas. Rápidamente, ordenó un conjunto para si misma y publicó varias fotos retocadas.
“@Beatriz, Bea, algunos dicen que nos parecemos. También tomé unas fotos con el vestido de baile de la princesa, ¿Crees que parecemos hermanas?”
Esta descarada estrategia dejó atónitos a los seguidores de Beatriz, sin saber cómo reaccionar.
Los fans de Fiorella elogiaron su belleza en los comentarios.
Beatriz, furiosa, estuvo a punto de romper su teléfono.
¿Por qué Fiorella tenía que enfocarse en ella de esa manera tan molesta?
Casi se convenció de que Fiorella estaba obsesionada con ella.
Finalmente, Beatriz decidió no contenerse más. Aunque rompiera con su imagen de elegancia, no podía tolerar más.
Después de dar vueltas por su sala, sin poder calmarse, entró a Instragram y respondió a Fiorella: “¡Qué falta de clase, fuera de aquí!”
Aunque le costaba deshacerse de un teléfono tan caro, Beatriz dirigió su furia hacia un jarrón moderno sobre la mesa. Pero antes de hacer cualquier cosa precipitada, preguntó a su mayordomo Gabriel: “Estoy tan enfadada, ¿puedo romper esto para calmarme?”
Gabriel le acercó el jarrón rápidamente: “Es una obra maestra, vale veintinueve mil dólares. Si lo rompe, tendrá que pagarlo“.
Beatriz se rascó la nariz, algo avergonzada: “¿Ah si? No lo sabía, jaja. No es que realmente quisiera romperlo, además, es bastante feo“.