Esta Vez, ¡No Perderé!’

Capítulo 191 

La cena de gala de esa noche atrajo a una multitud de estrellas, lo que naturalmente resultó en una avalancha de medios tomando fotos. 

Después de que una foto sin editar de Florella se filtrara en línea, la marca de su vestido casi colapsó. Esta marca es un lujo nacional conocido por sus diseños a medida, y su clientela principal la conformaban damas de alta sociedad y mujeres adineradas. Desde que Beatriz publicó una foto con uno de sus vestidos, las adineradas se apresuraron a solicitar diseños personalizados de la misma prenda, una tras otra, 

Sin embargo, el atuendo de Fiorella resultó ser un desastre, pareciendo una publicidad fallida tanto por parte del vendedor como del comprador. Ya varias mujeres adineradas consideraban cancelar sus pedidos. Mientras algunos se burlaban de Fiorella, sus fans la defendian fervientemente. 

“Es culpa del diseño del vestido, cualquiera que lo use se verá mal.” 

“Sabia que esa marca no era buena, vendiendo vestidos a precios astronómicos. Pretenden ser una marca de lujo cuando no lo son. Si hubiera sido otra celebridad en lugar de Florella, habría sido incluso peor.” Exclusive © material by Nô(/v)elDrama.Org.

“Esa foto de Beatriz definitivamente fue retocada. Compararla con una foto sin editar de Fiorella es simplemente 

injusto. 

Los fans de Fiorella culpaban a la marca. La marca, enfurecida, tomó acción. Justo ayer habían propuesto una colaboración con Beatriz y hablan obtenido dos fotos sin retocar. La cuenta oficial de la marca publicó inmediatamente las fotos sin editar de Beatriz, resaltando aún más su belleza natural. Se podían apreciar hasta las finas pestañas y el brillo perlado de su piel en estas fotos de alta definición. Además, las largas piernas de Beatriz hacian que su figura pareciera aún más perfecta. 

Honestamente, no podían entender qué pasaba por la mente de Fiorella. Siendo ambas celebridades, ¿no debería haber evitado usar un vestido ya usado por otra? En lugar de eso, fue a presumir frente a todos, perdiendo toda dignidad. Ahora, probablemente pocas marcas estarían dispuestas a prestarle sus diseños de alta costura, y tendría que comprárselos ella misma. 

Entre la multitud, Beatriz notó una figura familiar. Nuestro diligente mayordomo Gabriel, vestido con un elegante traje, sostenia una copa de vino mientras hablaba con un hombre bajo, gordo y calvo, Marisa echo un vistazo al hombre calvo y levantó la barbilla. 

“Ese es el dueño de Compañía Montaña, uno de los magnates con más recursos en el sector. Si un artista firma con su compañía, seguro tendrá buenos recursos, pero…” 

Beatriz, recién llegada al mundo del espectáculo, aún no conocía a muchos de estos magnates. Marisa, como una veterana en el sector, estaba dispuesta a guiar a nuevos talentos. Al escuchar el “pero” de Marisa, Beatriz, intrigada, preguntó más sobre el tema. 

Marisa mostró un destello de disgusto. “Ese cerdo no distingue entre hombres y mujeres, casi todos los artistas de su compañía han sido objeto de sus avances. Además, su esposa tiene conexiones peligrosas en San Lisset, mejor mantente alejada de él.” 

Beatriz se estremeció y tomó nota del consejo de su mentora, Jurando mantenerse alejada de ese tipo de personas. 

y! Marisa, curiosa, añadió 

“Pero él es conocido por su comportamiento servil, no solo le teme a su esposa, también es muy adulador. Me pregunto qué relación tendrá con ese hombre mayor al que está mostrando tanto respeto.” 

Beatriz respondió: “… Creo que parece un mayordomo,” 

El aparentemente insignificante mayordomo Gabriel, gracias a su influencia y habilidad para manejar diversas situaciones en nombre de Javier, era tratado con respeto por los poderosos del sector, quienes temían que hablara mal de ellos a Javier. Javier prefería mantener un bajo perfil en este entorno, interactuando más con la élite del poder.