Capítulo 256
Capitulo 256: ¿Hacemos Algo Más?
Esa noche, Valentina regresó a Villa de Los Pinares. La familiaridad y seguridad de su habitación la hicieron dormirse rápidamente, pero fue despertada por el calor a mitad de la noche. Al volver en si, sintió un brazo rodeando su cintura y, casi por Instinto, se sentó bruscamente en la cara. Encendió la lámpara de noche y, al ver al hombre dormido a su lado, estuvo a punto de echarlo de la cama con una patada.
Sin n embargo, apenas levantó el ple, Santiago abrió los ojos confundido. Al ver su expresión de asombro, Santiago, con la mano todavía en su cintura, le dio unas palmaditas en el estómago y preguntó:
-¿Por qué despertaste? ¿Tuviste una pesadilla?
Esta suposición hizo que Santiago se despejara un poco. Estaba a punto de consolarla por la sensación de desamparo y miedo después de la pesadilla, pero fue interrumpido por la pregunta de Valentina:
-¿Cómo es que estás durmiendo aquí?
Santiago se despertó completamente, dándose cuenta de que habla venido a escondidas, y un atisbo del culpa cruzó su mirada. Pero después de todo, eran esposos, ¿no?
-Somos esposos, así que donde duermas tú, duermo yo.
Dijo Santiago, atrayéndola de nuevo hacia la cama. La rodeó con sus brazos firmemente, recordándole los días que habla pasado durmiendo en el coche, con dolor en brazos y piernas. Solo al abrazar a Valentina y sentir su respiración pudo dormir tranquilamente por primera vez en días.
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Santiago se prometió en secreto que nada ni nadie los separaría de nuevo; se mantendría pegado a ella
cueste lo que cueste.
-¡Duerme ya! -ordenó Santiago en voz baja.
-Pero…
Valentina queria protestar. Habia observado la disposición de la casa durante el dia; su habitación estaba llena exclusivamente de artículos femeninos, mientras que otra habitación destilaba una marcada masculinidad. No había señales de él en su habitación, lo que la hacia dudar de que alguna vez hubieran compartido cama.
Pero apenas empezó a hablar, la profunda voz del hombre detrás de ella resonó en su oido:
-¿0 es que no puedes dormir? Si es asi, podríamos hacer algo más para pasar el tiempo.
Valentina se quedó sin palabras. Un calor Intenso subió a su frente.
¿Algo más?
Casi por instinto, Valentina cerró los ojos.
-¡Duerme ya!
-Je, je…
La risa baja de Santiago resonaba detrás de Valentina, quien se tensaba por completo, como si temiera que él realmente quisiera hacer algo más..
Por suerte, él solo la abrazaba, pegando su cuerpo al de ella por la espalda.
No sabia cuánto tiempo había pasado cuando Valentina empezó a notar la respiración de Santiago calmándose detrás de ella, parecia que se habla dormido, y ella se relajó, recordando el dia entero juntos, sintiéndose inusitadamente segura en ese momento.
Después de un tiempo indeterminado, Valentina se quedó dormida.
Detrás de ella, Santiago abrió los ojos.
Con la mujer amada en sus brazos, su mente estaba inquieta.
Pero no quería asustarla.
En ese momento, no podía contener el deseo que sentía por ella dentro de si, suspiró y con mucho cuidado se levantó de la cama.
Incluso temia que usar el baño de su habitación pudiera despertarla, asi que volvió a su propia habitación para apaciguar el calor de su cuerpo con agua fria antes de regresar a su lado para dormir.
Esa noche, Valentina durmió especialmente bien.
A la mañana siguiente, al despertar, el lugar a su lado estaba vacío.
Valentina se levantó y salió de la habitación, y aunque la casa parecia vacía, la presencia de él era innegable, especialmente por el desayuno humeante sobre la mesa, que casi la hacia creer que el hombre que se había declarado su esposo el día anterior había sido una ilusión.
Junto al desayuno, había un teléfono móvil.
Al encenderlo, Valentina vio aparecer un mensaje:
[El desayuno es todo lo que te gusta, tuve que salir por un asunto urgente, pero volveré pronto a buscarte.]
Santiago habia planeado llevar a Valentina con él.
Pero no querla despertarla, viéndola dormir tan plácidamente.
Mirando el mensaje, Valentina se quedó absorta, el calor del desayuno parecla invadir su corazón.
¿Todo esto lo habla hecho él?
Por alguna razón, la imagen de un hombre con delantal, ocupado en la cocina, se formó en su mente.
Solo se vela su espalda.
Justo cuando esa espalda estaba a punto de girarse hacia ella, el teléfono de Valentina vibró con otro
mensaje.
El sonido casi hace que deje caer el teléfono, pero al abrir el mensaje, lo que leyó la hizo sonrojar de
inmediato.
[Te extraño en mis brazos.]
Valentina se quedó paralizada por unos segundos, luego, con las mejillas ardiendo, tomó aire
profundamente, tratando de calmarse antes de sentarse a disfrutar del desayuno que Santiago habia
dejado.
Pensaba que quizás no seria de su agrado, pero para su sorpresa, estaba delicioso.
Después del desayuno, Valentina recorrió la casa, intentando recordar algo de su pasado con la ayuda
de los objetos que encontraba.
Cuando sono el teléfono, vio el nombre en la pantalla.
Aitana…
Solo al ver ese nombre, Valentina sintió repulsión; no le gustaba esa persona.
Pero aun así, contestó la llamada.
Tan pronto como Valentina contestó el teléfono, la voz de una mujer llegó desde el otro lado.
-Hermana…
Valentina permaneció en silencio.
Aitana habia llamado a Valentina intentando sondear qué tanto sabia sobre el accidente. Antes de llamar, ya habia preparado su discurso.
Con voz llorosa, Aitana dijo:
-Hermana, lo de papà… ambos debemos damos ánimo.
-¿Qué pasó con papá? -Valentina preguntó instintivamente.
Aitana frunció el ceño. ¿Valentina no sabia nada sobre el accidente de coche de su padre?
Con una expresión más serena, Aitana explicó:
-Hermana, papá tuvo un accidente de coche y falleció. Mamá, devastada por el dolor, también nos dejó, abandonando Coralia, este lugar lleno de tristeza. Hermana, ahora solo me tienes a ml.
El tono de Aitana intentaba reflejar la conexión profunda entre dos hermanas unidas por la sangre.
Pero Valentina, al escuchar su voz, incluso entre sollozos, no sentía la menor emoción.
Como si el padre del que hablaba Altana no tuviera relación alguna con ella.
Valentina recordó que, tras despertar, Diego le mencionó que habla olvidado su pasado debido a un
accidente de coche.
También fue un accidente de coche…
¿Estaban conectados estos dos accidentes?
-¿Hermana?
En medio de sus pensamientos, Valentina no respondió y Aitana, sintiéndose insegura, llamó su
atención.
Cuanto más silencio mantenia Valentina, más insegura se sentia Aitana.
Después de llamarla nuevamente sin obtener respuesta, Aitana cambió de tema.
-Hermana, abuelo quiere verte. Si te es posible, deberias venir a visitarlo.
¿Abuelo?
A diferencia de cuando mencionó a “papá al escuchar abuelo el corazón de Valentina dio un vuelco y aceptó de inmediato:
-Está bien.
Tras colgar, Aitana no podia ocultar su asombro. La Valentina de hoy le parecía extraña, pero no podia precisar el motivo.
-¿Aitana hermana ha quedado con Valentina?
Mientras reflexionaba, la voz de Lucia llegó desde atrás.
Aitana se giró y vio que Lucia había escuchado su conversación telefónica.
Con un gesto de desagrado que no intentó ocultar, Aitana enfrentó a Lucia, quien se acercó rápidamente.
-Lo siento, no era mi intención escuchar a escondidas, es solo que con Valentina desaparecida y ahora de vuelta, también estoy curiosa, ¿y mencionaste el accidente de coche de tu padre…? Es curioso, porque escuché que Valentina también desapareció por un accidente de coche. Qué coincidencia.
-¿Mi hermana tuvo un accidente? ¿Cómo es que yo no sabia?
La sorpresa en la voz de Aitana era evidente, pero la inseguridad en sus ojos no escapó de la percepción de Lucia.