Cariño eres multimillonario

Capítulo 190: Mejor Suerte para Si Misma

-¡Todo es culpa de Luna!

Murmuró Elara con una voz apenas audible, aunque Valentina la escuchó.

-Dijiste, Luna…

Valentina recordó que Luna también estaba en el baile de anoche. Elara vaciló, no queriendo

traicionar a Luna, pero finalmente dijo:

-Luna solo mencionó que eras su prima y que estabas cerca del señor Valenzuela…

-¿En serio?

Valentina no creía que Luna solo dijera eso, pero no preguntó más.

Después de que Elara se fue, Valentina recibió otra llamada. Luego, tomó un par de pendientes

que había diseñado y salió de Starlight Joyas.

Desde la mañana, Luna esperaba una llamada de Elara. Al hacerse amiga de la señorita de la

familia Bennett, Luna vio una oportunidad de ascenso social y planeaba usar a Elara para

acercarse a Michael. Si se casaba con él, incluso Aitana tendría que respetarla más.

Al enterarse de que Michael había ido al campo de tiro, Luna también fue allí. Cuando Michael

salía, Luna lo siguió apresuradamente y, en un acto desesperado, corrió hacia la carretera justo

cuando el auto de Michael se acercaba.

El auto se detuvo abruptamente, casi golpeando a Luna, pero afortunadamente, se detuvo a

tiempo. NôvelDrama.Org owns this text.

Al ver a Michael salir rápidamente del auto, Luna se desplomó en el suelo, fingiendo desmayarse.

-Señorita, ¿puede oirme? -preguntó Michael, pero ante su falta de respuesta, la llevó al hospital.

Los exámenes médicos no mostraron lesiones.

-Quizás se desmayó por el susto–concluyó el médico.

Michael frunció el ceño, preocupado, y decidió esperar en el hospital. Recordando que tenía una

cita con Valentina en un café, cambió la ubicación y le envió una nueva dirección.

Cuando Luna despertó y vio a Michael sentado junto a ella, comenzó a actuar. Emitió un leve sonido para llamar su atención. Justo cuando Michael recibió un mensaje de Valentina diciendo <

+15 BONOS

Ya llegué», Luna se llevó una mano a la cabeza, fingiendo dolor.

-¿Dónde estoy? -preguntó con confusión.

Antes de que Michael pudiera responder, una voz femenina se adelantó:

-Estás en un hospital.

Esa voz familiar sorprendió a Luna, y por un instante, olvidó que estaba interpretando a una paciente débil y vulnerable. Su mirada se endureció al ver a Valentina.

Valentina notó la mirada aguda de Luna y levantó una ceja.

-Luna, pensé que eras otra persona. Qué coincidencia encontrarnos aqui -dijo con una sonrisa

tranquila.

Michael le habia contado sobre el accidente y el diagnóstico del médico. Valentina no habia sospechado de un engaño, pero al ver la reacción de Luna, supo que estaba fingiendo. ¿Intentaba engañar a Michael? Conociendo a Luna, Valentina sabía que no quería dinero, sino algo más.

-¿Ustedes se conocen? -preguntó Michael, sorprendido.

-Por supuesto que si, Luna y yo comenzó Valentina, con una sonrisa significativa.

Temerosa de que Valentina hablara mal de ella frente a Michael, Luna se levantó rápidamente de

la cama y abrazó a Valentina.

-Valen, me asusté mucho -dijo con voz llorosa, pero en un susurro añadió-: Valentina, no

digas tonterías, por favor.

Valentina se apartó de Luna y dijo con una sonrisa:

-¿Por qué lloras? Estás bien, ¿no? Luna, como estás bien, deberías tramitar tu alta. Michael y yo.

tenemos asuntos pendientes.

Luna dudó, no queriendo perder su oportunidad con Michael, pero ante la insistencia implicita de

Valentina, cedió.

-Claro, vayan ustedes. Puedo arreglarmelas sola.

A pesar de ceder, Luna intentó mantener una imagen de vulnerabilidad frente a Michael.

Valentina, viendo su acto, sonrió con desdén y se marchó con Michael.

Luna apretó los puños con furia, pero de repente, Valentina se detuvo y se giró hacia ella. Luna

no pudo ocultar su expresión furiosa a tiempo, y Valentina la captó por completo.

-Luna, con una sonrisa fría, Valentina dijo-, en dos horas, nos vemos en el parque, cerca del

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estanque de los deseos. No faltes.

Confundida, Luna se preguntó por qué Valentina queria verla alli. Temiendo que Valentina pudiera interferir en su relación con Michael, decidió seguir sus instrucciones.

Michael, observando a Valentina, preguntó con una sonrisa:

-¿La amenazaste?

Valentina se quedó en silencio por un momento y luego sacó una caja de su bolso, entregándosela a Michael.

-Considera esto como hacer una buena acción -dijo.

Michael abrió la caja y encontró un par de aretes masculinos.

-¿Para mi? -preguntó, sorprendido.

-Sí, es tu regalo de cumpleaños, algo atrasado -explicó Valentina.

A pesar de su sorpresa, Michael guardó el regalo en su bolsillo.

-¿Devolver un regalo ya dado? Eso sería vergonzoso, ¿no?

Valentina sonrió y se despidió, diciendo:

-Me voy. Cuidate.

Dos horas más tarde, Valentina estaba sentada en un banco cerca del estanque de los deseos. con un café en la mano, observando el lugar. No se dio cuenta de que alguien la observaba desde un árbol cercano con curiosidad. Pronto, Luna se acercó al estanque.

“¿Llegó el momento?» pensó Valentina, levantándose y caminando hacia el estanque con una sonrisa maliciosa.